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Queridos hermanos:
Tras las pasadas
elecciones a Junta de Gobierno, iniciamos una nueva etapa. Desde la humildad,
queremos abrir todas las vías de comunicación posibles con vosotros. Los
hermanos son la Hermandad. Sin vosotros, nada tiene sentido.
El principal objetivo que
nos hemos propuesto desde que obtuvimos vuestra confianza, es hacer crecer la
Hermandad. Vivimos unos tiempos algo extraños, pues en las procesiones en la
calles tenemos más público que nunca, pero no son muchos los que dan el paso y
se incorporan al cortejo que acompaña a Nuestra Señora.
Por tanto, debemos abrir
las puertas de par en par. Necesitamos que esta gran familia que vive junto a la
Virgen de la Alegría se haga más y más grande. Para ello, necesitamos contar con
todos. Con nuestra feligresía, que son los más cercanos, los que pueden verla a
diario. Con los hermanos de siempre, que han sustentado a la hermandad durante
siglos. Y con los cofrades de todas partes, que –nos consta- tienen a la Virgen
de la Alegría como uno de los referentes de la belleza y la devoción letífica.
Sabemos que, en estos
tiempos, internet y todo lo que mueve es, no ya una vía más de comunicación,
sino una de las más importantes. Desde hace algunos años, la Hermandad tiene su
propia página web. Queremos fomentar su uso, darle más contenido, y que
realmente sirva a los hermanos para comunicarse con su Hermandad.
Estamos esperando vuestros
mensajes por correo electrónico con sugerencias, comunicaciones, vivencias, y
todo lo que queráis compartir con nosotros. También, nos gustaría poder tener el
email del máximo número posible de hermanos, para haceros llegar de forma
inmediata cualquier noticia interesante relacionada con la Hermandad.
Estamos en el Año de la
Misericordia. La misericordia no es solo un nombre. Supone vivir nuestra fe, a
través del hermano (que es toda la humanidad, sin distinciones). Vivir su dolor,
su alegría, su vida en suma, como único camino que nos acerca a Dios, a través
de la Palabra de Jesús de Nazaret. “El que no ama a su hermano a quien ha
visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”(Juan 4:20). El Papa
Francisco, nos anima a volver a la Palabra de Jesús, centrada siempre en el amor
al prójimo. Toda la belleza de los cultos, rituales de todo tipo y gestos de
respeto no tienen sentido si, por delante de todo ello, el amor al hermano no
habita nuestros corazones.
Ésta nueva junta, está
conformada por un grupo de personas que han sabido poner su tiempo y sus
esfuerzos a disposición de la Hermandad y de sus hermanos. Tenemos la suerte de
contar con varios hermanos jóvenes, lo que en estos tiempos es una gran suerte.
Junto a ellos, otros más veteranos dan el necesario equilibrio para que todos
estemos representados. A todos ellos muchas gracias por su entrega.
Solo queda reiteraros que
las puertas están abiertas. Esperamos de corazón veros lo más frecuentemente
posible. Todos los momentos son buenos, pero la misa de hermandad de los
primeros martes de mes, y las sabatinas semanales, son los más apropiados para
convivir todos; junto a Nuestra Señora de la Alegría y su Hijo, el niño Jesús de
la Misericordia.
Un fuerte abrazo a todos.
El Hermano Mayor
Antonio Palomo García
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